lunes, 24 de agosto de 2009


Hoy, sin ir mas lejos, pasó por mi puerta el aroma de su recuerdo dejando la sensación fría del olvido... cuantas lágrimas se resbalaron por mis mejillas al no poder recordar su mirada.
Ahora veo tu rostro en la lejanía y descubro en él la historia del desconsuelo...
El estropajo con el que limpiaste mi recuerdo se llenó de sangre y se quedó olvidado en un rincón...
Retomas tu aburrida vida sin dejar de sonreir cuando algún recuerdo te golpea...
Rio con violencia al sentir la tristeza de un recuerdo feliz...
Vivo indigna e inapropiada... Vivo amarrada a este recuerdo que me condena, que nos condena...
Con una venda en mis ojos recorro la misma senda de espinas que clavan mis pies...
Aferrada a este delirio de tus ojos que no se van...
Cuando el mundo quede reducido a un solo bosque negro para nuestros ojos asombrados te encontraré...

miércoles, 19 de agosto de 2009

Ni especial ni existente...

Hoy estoy acá, masticando la melancolía de un pasado no muy lejano, y sintiendo el vértigo de un nuevo destino.
Fabricando sueños y creando colores nuevos.
No pude hacer un pacto con el tiempo... y vi como las agujas del reloj, lentamente amenazaban un ocaso.
Me pregunté mas de una vez si yo podría haberlo evitado; y no encontré el motivo ni el momento en que todo se perdió.
Tampoco recuerdo su última mirada... esa en la que solía perderme entera.
Hubiese eternizado su último aliento, la última huella de su risa... si hubiese sentido que jamás regresaría...
Hoy veo desde lejos la inquietud agitada de su espíritu y puedo oler el perfume de su distancia.
Vuelvo a mirar mis manos... todavía siento su piel.
Saboreo mis labios... y su boca tibia regresa...
Sus pasos se siguen escuchando al lado de los míos... será tal vez, mis ganas de creer que aun sigo su camino.
Yo era a veces, única dueña de sus noches... Pude meterme en sus sueños...
Acariciar su llanto y velar su cansancio.
Yo tenía su brillo en mis manos...
Se hace confuso el camino desde mis ojos hasta tu alma, se vuelve frío el hueco de mi espalda donde tus manos en silencio descansaban.
Ya mis pasos no persiguen tus huellas, y mi boca grita por lo bajo tu nombre...
Que fuerza me queda en mis venas por haberte amado tanto... Se quedó en mis labios el sabor del adiós que tu boca besaba...

domingo, 9 de agosto de 2009

Después de la tormenta...


Cuenta cuántas hojas cayeron del arbol este otoño...
Cuenta ahora cuántas se salvaron...
Se que el número es más de uno...
Se que aunque a veces cuestan las palabras...
Y aunque a veces es mas fácil llevarlo en la mente y en las ganas...
Siempre las acciones, las intenciones, las cobardías y la seguridad,
siempre las promesas... Ésas, son las que quedarán...
Tienes que sentirlo... es el viento el que rosa tu piel cada mañana.
Tienes que sentirlo, es la vida la que llena a cada segundo los pulmones, antes llenos de arañas...
Tienes que vivirlo, vive cada minuto como si fuera el último...
Sufre como si el mundo fuera a acabar... pero despierta con un deseo firme de continuar...
Todo cae por su propio peso...
Todo tiene su causa y efecto...
Todo tiene su propio color y matiz...
Y todo, todo tiene su principio y su fin...

domingo, 2 de agosto de 2009

Sin ti a mi lado


Sangre, lágrimas, gritos, pasos, absurdas carreras que no sirven ahora, ya nada sirve, todo se fue, contigo te llevaste mi alma rompiendo tus promesas, ¿Que siempre íbamos a estar juntos?, ¿Que siempre ibas a estar para mí?, já, promesas absurdas siempre saliendo de tus finos labios de fresa, hipnotizándome con tu perfume siempre presente en ti, y hacías que creyera cada palabra, sonriendo como un estúpido entrelazaba mi mano con la tuya y te abrazaba como si la vida se me fuera en ello, y la vida se me fue, porque tú eres mi vida, lo fuiste y lo serás, siempre única, irreemplazable, delicada, armoniosa, mi vida. ¿Por qué no nos vamos a casa?, ¿Por qué no me dices en un suave susurro que nos vayamos a casa?, ya no quiero estar aquí, no me gusta estar aquí, no me siento segura, ¿Por qué será? ¿Quizás porque tu no estás conmigo?, me siento vacía sin ti sonriéndome y diciendo que todo va a ir bien, porque ahora nada va a ir bien, nada puede ir bien si tu no estás aquí, porque aunque parezca la más fuerte, la más intrépida, la más segura… soy la más perdida sin una luz que me guíe, sin que mi luz esté para guiarme, porque el cruel viento acaba de extinguir la luz de tu alma, llevándose la mía consigo, ¿Por qué a ti? ¿Por qué a ti y no a cualquier otra persona?, ¿Por qué a mí? . De qué me sirven las lágrimas ahora de gente que no alcanza ni siquiera a entender el dolor que estoy pasando. Y los gritos, de a poco se van apagando, van menguando, aunque los sollozos continúan implacables, y son los que más me irritan, porque no tienen sentido, porque ellos no sienten el mismo dolor que yo siento, y yo no lloro, porque te prometí que no iba a llorar nunca, pero… si tu no cumples tus promesas, si acabas de desgarrar todos los sueños que tenía para nosotros, ¿por qué debería cumplir yo las mías?. Quiero gritar, pero un nudo ahoga mi garganta, quiero abrazarte y llorar, pero se acaba de construir un mundo entre nosotros, una muralla gigante que no soy capaz de traspasar, y siento el palpitar en mis sienes mientras mi cara se humedece por las lágrimas que prometí no derramar, y hacen que recuerde los múltiples besos que depositabas en ellas mientras leía, y hacías que perdiera toda mi concentración con tu gracia involuntaria siempre presente en ti, y reías, ¿y ahora? Sería capas de regalarte el cielo por ver el menor atisbo de sonrisa surcar tu rostro, pero sé que no pasará, porque tu rostro sin vida ya no es el mismo, ya no puedo seguir amando este cuerpo inerte, porque todo se fue con tu alma, porque sé que nadie podrá hacerme sentir como tú lo hacías con un simple gesto. Ya no le veo el sentido a seguir llorando, la verdad ya no le veo el sentido a nada. Los sollozos ya cesaron, estoy sola ahora, sola con tu recuerdo, y te miro, y ya no importa que no me mires, no importa, yo miraré por los dos, no te preocupes por nada, que nada perturbe tu sueño eterno, solo asegúrame eso y estaré bien, y el repentino silencio me consume, y con él viene la oscuridad, que no soy capas de resistir, y me hundo en ella...